miércoles, 30 de junio de 2010

El valor del signo

Si me quedo mirando mucho alguna cosa la abstraigo del contexto y empiezo a analizar su lógica en solitario. Más allá de las reglas, que siempre dependen una de la otra, que se arman como reglas por ser un conjunto, por pertenecer a cierto código, esa alguna cosa no tiene ningún sentido. Es normal entonces que las personas busquen sentido a partir de la relación con otras. Si una o no es nada sin el alfabeto más que una forma, una simple forma como lo es un cuadrado o un mamarracho, ¿por qué un individuo no va a pensarse en función de algo que lo limite, le imponga un antes y un después, un valor como resultado del lugar que ocupa en el mundo?

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